En mi casa son melindros (aunque los pronunciamos “melindrus” con el morrito en forma de beso) y para muchos otros son bizcochos de soletilla. Llamadlos cómo queráis pero hacedme caso y no dejéis escapar esta receta.
Estos bizcochitos alargados y esponjosos son la compañía
ideal para un chocolate caliente o un buen café. ¡Y mejor todavía si los
“migáis”!
Una receta que podéis preparar con sólo 3 ingredientes o 4
si le queréis añadir canela o vainilla, se hace en un momentito y casi tardar
en enfriarse el tiempo justo de prepararnos esa taza de café.