Se acerca semana santa y
es hora de postres nada ligeros: fritos, torrijas, arroz con leche e incluso
natillas. Todavía queda tiempo para ponerse el bikini, así que aprovecharemos
la excusa y… por que no decirlo: ¡adoro la repostería tradicional!
Además de que estas
rosquillas de la abuela son fáciles de hacer , es un postre que podemos llevar
a cualquier sitio en una cajita y no se desmontan por el camino. Vale, vale… no
os intentaré convencer más pero… ¡probadlas vosotros mismos!