¡Extraordinariamente negro! El muffin es realmente jugoso, ligero y se conserva tierno varios días si lo vais a comer sólo. Lo he combinado con una ganache de chocolate negro, que últimamente me tiene enamoradísima. Me encanta el sabor a chocolate auténtico, un tanto amargo e intenso, y esta combinación con el muffin es perfecta.
Además, al no llevar nada de azúcar ni mantequilla en el frosting, no se hacen pesados y absolutamente nada empalagosos.