El viernes pasado, mi pequeña chef cumplía 4 años. Las fiestas de aniversario, sobretodo cuando eres un niño, se disfrutan muchísimo. Por un día, somos protagonistas, nos llenan de regalos, nos felicitan, nos abrazan, nos besuquean (eso va por los abuelos) y somos el centro de atención ¡Es genial!
Pero una fiesta no es lo mismo sin un pastel digno… ¡y grande!