Ya lo sé que llevo bastante tiempo perdida, sin publicar. Y aunque hago algo de repostería, tengo la sensación que la vida no me da todo lo que me gustaría. Planifico, me hago unos horarios y luego sucede alguna cosa inesperada que lo hecha todo por tierra. ¡Uf! realmente no sé cómo hacerlo...
Algunas recetas las acabo haciendo de noche y, es una pena, porque las fotos y los videos no quedan igual. ¿No sería maravilloso poder incorporar en las fotos el olor de la cocina? Tal como está avanzando todo, puede que algún día se de el caso... ¡estaremos atentas!
Mientras tanto, os traigo una recetilla celestial. Hace unos meses publiqué la receta básica del pastel de ángel, un bizcocho ideal tanto para aprovechar las claras de huevo como para cuando nos apetece algo dulce pero que no sea muy pesado.
Y aunque el procedimiento es el mismo que en el otro post, la adición de café soluble a la masa le da un toque muy singular y rico que vale la pena probar.
Os recuerdo también que tenéis en el blog un montón de recetas para aprovechar esas claras de huevo que os quedan después de utilizar las yemas. Lo mejor es congelarlas cada vez, y cuando lleguéis a tener doce, las descongeláis y hacéis un angelfood.
En el vídeo de mi canal os doy todos los trucos para que os salga perfecto y la única inversión que vais a tener que hacer es la del molde especial (¡¡no os vais a arrepentir!!). Este molde lo podréis utilizar también para hornear otros bizcochos, así que no tenéis excusa, eh?
Espero que os guste y nos vemos en la próxima receta.
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