Quizás una de las primeras recetas que se aprendan cuando empezamos en el mundillo de la repostería sea alguna de galletas. Unas sencillas como éstas que no necesiten refrigeración ni complicaciones. Se hacen en un abrir y cerrar de ojos ¡y se comen igual de rápido!
Las he hecho muchísimas veces pero nunca las había subido al blog o al canal de Youtube. Las podéis mezclar con pasas, pepitas de chocolate o virutas colores. Todas las versiones tienen su gracia y están igual de ricas.
En un par de minutos de vídeo tendréis las claves para esta
maravillosa merienda.
De utensilios también he utilizado poquitos, mis imprescindibles de siempre:
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¡Nos vemos muy pronto en la siguiente!
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