Abrimos temporada de aperitivos en la terraza con estas
galletas saladas de parmesano, tomate y orégano. Vamos, ¡galletas pizza! Cuanto
más delgaditas las hagamos, más crujientes nos quedaran, pero eso es cuestión
de gustos. Sea como sea, están riquísimas.
Se hace en un abrir y cerrar de ojos, aunque desaparecen tan rápido que tuve que esconder (literalmente) unas cuántas para poder hacer la foto. Ese brillo que tienen no es ningún filtro, son así de bellas gracias a la pintada de huevo y el colorcito que le da el tomate de la masa.
¿Con que las acompañaríais vosotros?
Como siempre, os dejo los utensilios que he ido utilizando,
veréis que son bien poquitos:
- Papel de horno de un solo uso
- Aros de repostería de diferente tamaño (éstos de la marca Lacor me han salido muy bien y son resistentes, no pierden la forma con el tiempo)
- Rodillo de cocina
Nos vemos en la siguiente receta, ¡hasta pronto!
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