MELINDROS EN BUENA COMPAÑÍA

El 21 de febrero de 2021 hago una actualización de este post, aquí tenéis el vídeo de esta misma receta en mi canal de Youtube!

Los melindros o bizcochos de soletilla son los compañeros perfectos para una buena taza de chocolate, café o unas natillas. En realidad, la masa es muy parecida a la del bizcocho pero, una vez horneado, es más crujiente por fuera y conserva una textura muy tierna en su interior.

Creo que los melindros con chocolate son el mejor desayuno del mundo (vale, acepto también unos buenos churros pero el chocolate que no falte).

Ésta receta la descubrí en un libro de Le Cordon Bleu y se ha convertido en uno de mis imprescindible por su sencillez y por el increíble resultado.

Los melindros de la foto son pequeñitos, de unos 10 cm, pero los podéis hacer del tamaño que os apetezca. La verdad es que desaparecieron tan rápido de la mesa que no me dio tiempo a contar cuántos salen con las cantidades que os doy. Creo que podrían valer para 2-3 personas. Claro que todo es relativo, depende del hambre que tenga cada uno…

Aquí os dejo la receta. Espero que os animéis a probarla y me escribáis para contarme qué tal os ha ido.

Ingredientes para los melindros:

• 3 huevos
• 100 gr de azúcar blanco
• 75 gr de harina tamizada
• Azúcar glas para el acabado

Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.

Calentamos el horno a 180ºC mientras preparamos los melindros.

Separamos las claras de las yemas de los huevos. Batimos un poco las claras y les añadimos la mitad del azúcar (más o menos, no hace falta que sea matemático). Seguimos batiendo hasta que estén bien montadas y firmes.

En otro bol, batimos las yemas con el resto del azúcar hasta que blanqueen. Veréis que cambian de color ligeramente. Agregamos la harina y mezclamos hasta que esté bien integrada.

Ahora echaremos las  claras a la mezcla de las yemas y la harina. Lo haremos a mano con una espátula y en tres tandas para evitar que bajen demasiado. Sin miedo y procurando siempre que la harina se mezcle bien, que no quede pegada en el fondo del bol.

Ya tenemos la masa lista. Para formar los melindros de forma alargada lo mejor es una manga pastelera. Si no tenéis ninguna, podéis utilizar tranquilamente una bolsa de congelación. Vertemos la masa dentro y le hacemos un agujero en la punta, el tamaño dependerá de cómo queramos de grande o pequeño el melindro. Ahora ya podemos formar las líneas que serán los bizcochos.

Para que nos quede esa capa crujiente tan buena (ay, ¡me encanta!) espolvoreamos azúcar glas encima de los melindros. Esperamos un par de minutos y volvemos a tamizar más azúcar glas.

Finalmente, los horneamos a 180ºC durante 8-10 minutos, el tiempo dependerá del tamaño.