Llega la época de las fresas: deliciosas, aromáticas, jugosas… Y además de comerlas con nata y con fondant de chocolate, podemos encontrar mil y una recetas para disfrutarlas. Podeis ver los cupcakes de mascarpone y frutos rojos, los muffins de fresa o introducir la fresa seca en unas cookies de avena.
En esta ocasión, y partiendo de una receta base, he modificado algunas medidas para poder elaborar estas galletitas. Están hechas totalmente con ingredientes naturales, sin aromas artificiales por lo que el sabor es delicado y extremadamente sutil.
Para la mezcla de leche con frutos rojos he utilizado un puñado de frutos rojos congelados. Una vez descongelados, los he triturado en un medidor, añadiendo leche hasta completar las medidas que os doy más abajo. Si preferís, podéis hacer lo mismo pero utilizando fresas naturales o yogur de fresa.
Aviso que no son galletas extremadamente crujientes, más bien quedan blanditas del centro, pero están muy ricas y son más ligeras.
Ingredientes para 90 galletas medianas (7 cm más o menos):
- 50 gr de fresa deshidratada y muy troceada
- 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 huevo grande
- 150 ml de leche con la fresa o frutos rojos triturados
- 200 gr de azúcar glas
- 600-650 gr de harina de trigo
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que aumente ligeramente el volumen y estén bien integrados. Añadimos el huevo un poco batido con la vainilla.
Moveremos hasta que se mezcle bien. Es importante que durante todo el proceso, la masa no se bata en exceso, tan solo lo justo para que todos los ingredientes se mezclen uniformemente.
Alternamos la leche con la mitad de la harina, en tres tandas.
Seguiremos echando el resto de la harina a cucharadas hasta que la masa esté lista. Puede que no necesitéis toda la harina que anoto.
¿Cómo sabremos que la masa está lista? ¡Muy fácil! Hay que tocarla con los dedos. Estará preparada cuando podamos coger la masa sin que se nos enganche en las manos. Naturalmente, estará grasienta pero no se nos quedará ningún resto cuando la manipulemos.
Estiraremos la masa y la prepararemos para hacerle las formas. Es muy importante que se enfríe bien en la nevera, un mínimo de 3 horas, para que no se deformen las galletas en el horno.
Para guardarla en la nevera acostumbro a poner las placas de masa sobre un papel de hornear y las cubro con papel film antes de poner la otra placa encima. O sea: bandeja, papel de horno, masa, papel film, papel de horno, segunda masa, papel film… y así hasta que no me quede más masa para estirar. Si no ponemos el papel film, puede ocurrir que la masa se enganche con el papel de horno de arriba y nos cueste mucho de despegar (o se nos rompa la masa).
Hornearemos las formas unos 10 minutos a 180ºC . El tiempo dependerá del tamaño de la galleta. En cuanto veáis que las puntas se empiezan a dorar, ¡sacáis las galletas del horno!
Las dejaremos enfriar sobre una rejilla y, una vez bien frías, las guardaremos en una caja herméticamente cerrada.
Para la decoración, he utilizado un glaseado normal teñido de rojo pasión.
¿Qué os parece esta receta? ¿Cómo las decoraríais?
5 comentarios:
Son monísimas!! Las que has decorado con el zig zag rojo quedan geniales!! Me gusta que se vean los trocitos, que ricas!!
Besos
Me parecen estupendas...... y ese glaseado rojo es perfecto.
Besos.
Me encantan! Totalmente naturales :D Y la decoración me gusta mucho, es sencilla pero queda genial con la forma de las galletas ;)
Un beso!
Has dado en el clavo conmigo, me encantan las galletas de fresa! yo tengo pendiente de publicar una receta, a ver si le doy salida..
Y la decoración es muy bonita con ese rojo intenso.
Un beso
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