MAGDALENAS INTEGRALES DE TRIGO

Ya casi estamos llegando a San Valentín y nuestras páginas se llenan de recetas llenas de amor y de colores pastel. He querido hacer un alto en el camino para presentaros una receta que me gusta mucho y que es la segunda vez que las hago. En una primera ocasión, me pasé con la temperatura del horno
 y, aunque de sabor salieron buenas, la forma era un tanto espantosa. Parecía como si me sacaran la lengua, la parte de arriba se tostó enseguida y la masa se salía por uno de los lados hacía el suelo. ¡Ay!

Anoche volví a preparar estas magdalenas integrales para el desayuno de hoy. La verdad es que las recetas integrales se encuentran entre mis favoritas. Me encanta ese sabor que dejan, tan auténtico. Además, a diferencia de los muffins, las magdalenas son más ligeras y el reposo de la masa las hace muy esponjosas.

En este caso, parte del peso de la harina integral lo he substituido por salvado para hacerlas aún más integrales. El resultado ha sido un sabor más pronunciado, más rústico al paladar y muy bueno.

Con el toque de canela y limón, estas magdalenas seguro que se convertirán en un clásico en cuanto las probéis.

Espero que os gusten…

Ingredientes para 15 magdalenas integrales:

• 3 huevos
• 175 gr de azúcar moreno
• 60 gr de leche de vaca entera o de soja
• 190 gr de aceite de oliva suave
• 210 gr de harina de trigo integral (o 190 gr de harina y 20 gr de salvado de trigo)
• 7 gr de levadura química
• Una pizca de sal
• La ralladura de la piel de un limón
• Media cucharadita de canela

Todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente. Tamizamos la harina con la levadura, la canela y la sal (y también el salvado si lo añadimos). Lo que quede en el colador también lo utilizaremos mezclado con la harina ya tamizada.

Batimos a velocidad alta los huevos con dos cucharadas de azúcar hasta que aumenten de tamaño y estén esponjosos.  Bajaremos la velocidad al mínimo y echaremos el resto del azúcar. Cuando ya esté incorporada, vertemos el aceite y la leche tibia, alternando los dos. Después agregamos la ralladura de limón.

Incorporaremos la mezcla de harina y la mezclaremos con una espátula con movimientos envolventes y suaves.

Cuando ya tengamos una masa homogénea, taparemos el bol con papel film y lo dejaremos reposar. A mi me gusta prepararla el día anterior y dejarla en la nevera hasta el día siguiente. Pero antes de hornear las magdalenas, deberemos sacar el bol un rato antes para que tome temperatura ambiente.

Otra opción de reposo que funciona es dejar el bol, también tapado, a temperatura ambiente de 1 a 2 horas. Veréis que en la masa salen burbujas.

Hornearemos las magdalenas de 15-17 minutos a 190-200ºC. Las minis serán a 200ºC unos 10 minutos aproximadamente.