La receta original de estos caramelos es de Le Cordon Bleu pero he substituido la miel por glucosa por que, personalmente, no me gusta el sabor que deja en algunos postres. Aunque me encantan los dulces como los hojaldres de miel o la repostería típica marroquí, me cuesta un poco encontrar el tipo de miel adecuado para cada cosa.
Me he evitado el problema substituyéndolo por glucosa a la vez que he conseguido dar más protagonismo al chocolate.
La textura de estos caramelos está a medio camino entre el bombón y aquellos de café que se venden envueltos individualmente a peso. Totalmente masticables, se deshacen en la boca y te dejan el sabor un buen rato en el paladar.
Los he conservado en la nevera, en una cajita de plástico bien tapada. Hay que tener en cuenta que el simple hecho de tocarlos del molde para decorar cupcakes o guardarlos, provocará que los marquemos para siempre con nuestra huella dactilar.
Los he envuelto individualmente en papel film, sin tocarlos. Ha sido complicado pero no tanto como no caer en la tentación de irlos comiendo: uno lo envuelvo, uno me lo como, uno lo envuelvo, uno me lo como… ¡ay! éste lo he tocado y me lo tendré que comer, ¡que mala suerte!
He desenrollado en papel en la mesa y he ido empujando el molde de silicona para que cayera el caramelo. Luego lo he ido colocando con una cuchara.
Os dejo la receta y veréis que no son nada complicados, aunque estás un buen rato pendiente de la temperatura para que no se queme.
Ingredientes para 30-35 caramelos tamaño bombón:
- 80 gr de chocolate negro fondant ya troceado
- 250 ml de nata para batir
- 250 gr de azúcar
- 75 gr de glucosa (podemos utilizar una miel que nos guste)
- 25 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
Hervimos la nata y la reservamos.
Calentamos 50 gr de azúcar hasta que cambie a un color ámbar (un caramelo claro). Añadimos poco a poco la nata reservada y removemos hasta que esté bien disuelto. Echamos el azúcar restante y seguimos moviendo hasta que se forme el caramelo.
Incorporamos la miel o la glucosa y calentamos hasta 114ºC . Retiramos del fuego y añadimos el chocolate. Una vez bien incorporado a la masa, echamos la mantequilla.
Cuando consigamos que todos los ingredientes estén bien integrados, ya podemos repartir el caramelo entre los moldes. He utilizado moldes de bombón de silicona y hay que actuar muy rápido porque el caramelo se va espesando rápidamente.
Le Cordon Bleu nos da otra opción que me parece más sensata y será la próxima que pruebe. Se trata de utilizar un molde 18x18 cm y cubrirlo con papel film por dentro y que sobre papel por los lados, de manera que nos permita desmoldarlo fácilmente. Echamos todo el caramelo al molde y lo refrigeramos. A partir de 3 horas ya podemos desmoldar y cortar cuadraditos con un cuchillo como si fuesen porciones.
Tened en cuenta este tiempo mínimo de refrigeración sea cual sea el molde que se utilice.
5 comentarios:
Uf que pinta más rica, si , si mejor envuélvelos que sino yo haría como tú,, no dejaba ni uno
besos
Ets una professional tia, jo com m'agrada tot això!!!!
Te han quedado preciosos! Además tienen una pinta deliciosa!
Un besito y que tengas un buen día!
Gracias por los comentarios chicas, ¡besos!
Madre mia...creo q no ha sido buena idea encontrarme con tu blog jajaj
tengo ganas de hacer un montón de cosas! q buena pinta!
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